La confirmación es un sacramento por el cual los bautizados en Cristo aceptamos seguir su camino en nuestra vida, es decir, si por el bautismo nos hacemos hijos de Dios y miembros de la Iglesia, en la confirmación recibimos la plenitud de los dones del Espíritu Santo y por tanto la obligación de ser testigos y discípulos de Jesucristo.
Por esos todos los bautizados debemos confirmarnos, para recibir los dones y ponerlos en practica; lo que no quiere decir que al ser bautizados no tengamos esta misma obligación, sino que en la confirmación somos nosotros mismos en una edad madura que aceptamos continuar en esta hermoso camino que es el seguir a Nuestro Señor Jesucristo.
Por ello antes de confirmarnos debemos tener una buena preparación y encontrarnos con Cristo, como le sucedió a Pablo y a todos los apóstoles.
Confirmarse entonces no solo es una prolongación de nuestro bautismo, ni mucho menos una celebración social, sino una decisión libre y voluntaria de seguir al Señor.
¿Que esperas, ahora te toca a ti? Tú puedes SIGUELE...
lunes, 28 de diciembre de 2009
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